12.7.06

A la luz de la luna

¿A poco no me extrañan en este cuartucho?

Pues han pasado muchas cosas ultimamente que la neta no les importa. Pero si quiero contar mi primera vez.

Si, mi primera vez de campamento.. (sopes)

Este sábado cambiamos un concierto de Ska (wakala) por una noche de fogatita y chelitas en un lugar llamado Mompa (o bueno, eso creo) algo cerca de Querétaro. Como siempre mi banda de toda la vida (desde hace 6 meses gracias...) Kali, el Chicharo, Vaina, el Gordo (mi hermano), el Chango, el Keicer y yo... (todos muy finas personas)

Compramos unos tequilas, tres pomos, pensamos que haria frio, una noche antes tomamos en una chiquichesta en casa del Keicer así que por lo menos yo estaba medio asqueada.

A decir verdad, tengo que confesar que me daba un poco de panico estar en un lugar al aire libre, capáz que salen los coyotes o las almas en pena (ja si como no), pero lo más espantoso de la noche fué que se nos terminaron las pilas de las linternas, así que entendi como a eso de las 3am.

Cantando, escuchando musica (si si... es la arrolladora, qué me pasa?) caminamos entre los arboles y la oscuridad en busca de leña, no de leñon como me decian mis compillas, y por fin, a hacer la fogata.

El Chicharo que se decia el Sr. Fogatas, nomas hizo que aprendieramos a mandar señales de humo, y miren que los nativos yo creo que entendieron mal la señal pues de repente en medio de la oscuridad llegó una troca con unos sombrerudos y unas chamaconas para hacer ruido, pensaron que los invitariamos a nuestra chiquiexcursion peor nada!!! se fueron a otro rinconcito del lugar.

Pasó casi una hora, prendieron el fuego... de mi... fogata y se apagaba al instante, así que mientras todos decian salud y se burlaban entre si de sus tarugadas, yo me dediqué a tener siempre encendido el fuego de... la noche... y para sorpresa de todos, la que nunca habia echo una fogata fué la que pudo mantenerla viva.

Nunca pensé que fuese tan divertido ir de campamento, la luna era realmente hermosa y las estrellas parecian caerse entre nosotros y el estar con las personas que más quiero en este che pueblo hizo que esa noche fuese realmente linda de bonita.

Perdi el miedo a ciertas cosas, bueno... no tanto miedo, sino que aún se siente que soy niña de ciudad y pensaba que no podria sobrevivir a una noche sin luz, sin horno de microhondas, o que calentar salchichas en el fuego no seria lomas rico que digamos, y ese pavor tan extraño que tengo a los grillos... AAAAAAAAAAAAAH!!!! nunca pensé que su ruidito tan fuerte en la noche fuese tan tranquilizante.

¿Los videos? je.... son muy privados, quizás un día que quiera balconear a mi banda de compillas los publique.

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