Caminando por una de las calles del centro del Distrito Federal, entramos mi madre y yo a un café y en la primer mesa, un tipo con mirada profunda, sonrisa demoniaca... estaba acompañado por dos mujeres de edad adulta, bastante elegantes por cierto. El tipo me miró y yo hice gesto de enojo... le dije "no me molestes"... su risa me espantó, ironica...
Salimos del café mi madre y yo, seguimos caminando y justo en la esquina el tipo se apareció y me tomó del brazo, en cualquier situación similar yo hubiese reaccionado de manera bastante agresiva pero el pánico invadió mi cuerpo y me paralicé, solo me quedó decirle a mi madre que no se espantara... pero era evidente que yo no podía con el miedo.
El tipo nos llevó a una casa donde estaba el resto de mi familia y mi abuela paterna, a quién vi haciendo labores domésticas. Mi hermano el más pequeño estaba en una habitación continua y mi hermano Jul estaba en la estancia. A quien no veía por ningún lado era a mi padre y pensé que él era el único que podría sacarnos de ahí, presentía que cosas malas pasarían.
Mientras el tipo en cuestión me tomaba a fuerza para llevarme al patio trasero, mi madre fué llevada a una habitación subiendo unas escaleras. Mi abuela solo decía "reza hija" y mis otros hermanos, ya reunidos en el pasillo solo bajaron la mirada. Yo me quedé encerrada en una habitación oscura, escuchaba música de piano y una señora muy atenta y de edad avanzada me llevó un jugo, gritó mi abuela para decirme que no bebiera nada y escuché un golpe, ya no volví a escuchar su voz...
Fué cuando entró el hombre y me llené de pavor, no sabía qué hacer y me quedé hincada en un rincón de la habitación, me hablaba bastante amoroso pidiendome me acercara a èl, fué cuando comprendí que debia mantener la calma y me acerqué, muy lenta, mis movimientos eran torpes. Me pidió cerrara los ojos y al hacerlo sentí el filo de una navaja en mi espalda, bajando lentamente abriendome la piel y poco a poco sentí la sabgre mojar mi blusa. Me aventó y caí al piso de duela golpeandome. Cuando levanté la vista alcancé a ver un objeto que giraba hacia mi, metálico... y lo alcancé a esquivar, volvió a lanzarlo y esta vez hizo un efecto tan extraño que no pude con èl, como si fuese bumerag y al regresar lo sentí entrar en mi piel, en mi espalda...
Sangrando me levantó y me llevó a una habitación, seguía riendose y hablaba amorosamente, decía que me llevaría con mi madre, mi abuela estaba afuera de la habitación acostada en un sillon viejo, inconciente. Cuando abrió la habitación vi a mi madre desnuda y envuelta en una sábana blanca, ella temblaba, nunca había visto así a la persona más fuerte que conozco y el dolor de mis heridas se perdió con mis lagrimas al verla así. Me dijo el tipo con una sonrisa demoniaca que mi madre era buena en la cama, porque no puso mucha resistencia...
La quise abrazar pero pensé que estaba lastimada o con alguna herida como las mías, así que solo me acosté a su lado y lloré.
En eso sonó el despertador...
¡¡¡¡¡MALDITA SEA ODIO TENER PESADILLAS!!!!!
(sigo espantada... snif=)
Salimos del café mi madre y yo, seguimos caminando y justo en la esquina el tipo se apareció y me tomó del brazo, en cualquier situación similar yo hubiese reaccionado de manera bastante agresiva pero el pánico invadió mi cuerpo y me paralicé, solo me quedó decirle a mi madre que no se espantara... pero era evidente que yo no podía con el miedo.
El tipo nos llevó a una casa donde estaba el resto de mi familia y mi abuela paterna, a quién vi haciendo labores domésticas. Mi hermano el más pequeño estaba en una habitación continua y mi hermano Jul estaba en la estancia. A quien no veía por ningún lado era a mi padre y pensé que él era el único que podría sacarnos de ahí, presentía que cosas malas pasarían.
Mientras el tipo en cuestión me tomaba a fuerza para llevarme al patio trasero, mi madre fué llevada a una habitación subiendo unas escaleras. Mi abuela solo decía "reza hija" y mis otros hermanos, ya reunidos en el pasillo solo bajaron la mirada. Yo me quedé encerrada en una habitación oscura, escuchaba música de piano y una señora muy atenta y de edad avanzada me llevó un jugo, gritó mi abuela para decirme que no bebiera nada y escuché un golpe, ya no volví a escuchar su voz...
Fué cuando entró el hombre y me llené de pavor, no sabía qué hacer y me quedé hincada en un rincón de la habitación, me hablaba bastante amoroso pidiendome me acercara a èl, fué cuando comprendí que debia mantener la calma y me acerqué, muy lenta, mis movimientos eran torpes. Me pidió cerrara los ojos y al hacerlo sentí el filo de una navaja en mi espalda, bajando lentamente abriendome la piel y poco a poco sentí la sabgre mojar mi blusa. Me aventó y caí al piso de duela golpeandome. Cuando levanté la vista alcancé a ver un objeto que giraba hacia mi, metálico... y lo alcancé a esquivar, volvió a lanzarlo y esta vez hizo un efecto tan extraño que no pude con èl, como si fuese bumerag y al regresar lo sentí entrar en mi piel, en mi espalda...
Sangrando me levantó y me llevó a una habitación, seguía riendose y hablaba amorosamente, decía que me llevaría con mi madre, mi abuela estaba afuera de la habitación acostada en un sillon viejo, inconciente. Cuando abrió la habitación vi a mi madre desnuda y envuelta en una sábana blanca, ella temblaba, nunca había visto así a la persona más fuerte que conozco y el dolor de mis heridas se perdió con mis lagrimas al verla así. Me dijo el tipo con una sonrisa demoniaca que mi madre era buena en la cama, porque no puso mucha resistencia...
La quise abrazar pero pensé que estaba lastimada o con alguna herida como las mías, así que solo me acosté a su lado y lloré.
En eso sonó el despertador...
¡¡¡¡¡MALDITA SEA ODIO TENER PESADILLAS!!!!!
(sigo espantada... snif=)
