Distorcion II

Hoy he despertado y un cambio en mi vida se tiene que dar de inmediato.

Hoy abri los ojos y hasta mi habitación es oscura. Siempre pensé que acompañada seria diferente pero no veo cómo hacer para ocultar el vacio que hay en el pecho y estas ganas inmensas de salir corriendo a buscar un nuevo camino, una luz que me haga brillar otra vez en medio de tanta oscuridad.

Aún cuando sé que me rodeo de personas sumamente especiales, hay una sola que quisiera que me viera, que me sintiera, que así como yo doy la vida, simplemente me diera un poco de si. Porque finalmente he abandonado lo que soy en muy poco tiempo. No sé si en realidad se dé cuenta de tantos demonios que me persiguen y ya no quiero ver.

Me abandoné.

Hoy abrí los ojos y ya estaban cansada sin hacer nada. Hoy, con la luz de la mañana y la inquietud de la desconfianza abrí los ojos con la más absoluta indiferencia, solo estaba yo, solo yo, añorando que alguien me abrazara o por lo menos lo intentara... pero estoy sola. ¿Estoy sola? Empiezo a confundirme.

Las personas que hemos caminado por la oscuridad, sabemos que es una sensación indescriptible pero necesaria, buscamos el caer, buscamos el vernos en el piso por simple necesidad o por una forma de ser que no se puede remediar, pero hoy me queda claro que yo, necesito demostrarme que de èsta también me puedo levantar, dominarme y salir con la mirada al cielo lista para lo que viene, dando un paso lento y el otro seguro, sin correr, solo caminar sigilosamente para no tropezarme otra vez. Porque aún tengo la capacidad de ver mis alcances y capacidades. Si, creo que aún puedo rescatar este cuerpo y esta alma estropeada.

¡Pero qué dificil!

Ahora lo veo dificil, ya no imposible.

Hoy abri los ojos y estaba sola. Eso no deja de doler. Cuando sé que en realidad, en teoría no lo estoy. ¿Tengo que aprender a vivir con eso? O solo tengo que superarlo.

Aún me queda un poco de fuerza... aún puedo con esto.