Dentro de una atmósfera de introspección y sobre todo de re-valoración con la estricta finalidad de reinventarnos y poder abrir nuevos caminos de la conciencia, el testamento Nefasto se vuelve un ritual en el que decidimos deshacernos de todo aquello que nos hace mal, todo lo que enferma a nuestra alma y nos hace ser seres superficiales. Abrir la mente y conectarla con el corazón es un acto de amor puro hacia uno mismo y eso trae como consecuencia el dar amor limpio a los que nos rodean.
En el México Contemporáneo existe un sentimiento especial ante el fenómeno natural que es la muerte y el dolor que nos produce.
La muerte es como un espejo que refleja la forma en que hemos vivido y nuestro arrepentimiento pues sí nuestra muerte carece de sentido, tampoco lo tuvo la vida, dime cómo mueres y te diré cómo fuiste.
Si se hace una confrontación de los cultos prehispánicos y la religión cristiana, puede sostenerse que la muerte no es el fin natural de la vida, sino fase de un ciclo infinito.
De acuerdo con el concepto prehispánico, el sacrificio de la muerte —el acto de morir— es el acceder al proceso creador que da la vida. El cuerpo muere y el espíritu es entregado a los dioses como la deuda contraída por habernos dado la vida. Vida, muerte y resurrección.
El Día de Muertos o de los fieles difuntos no sólo es un día para conmemorar a nuestros seres queridos que no están ya con nosotros colocando ofrendas y flores, también es una fiesta en la cual invitamos a sus almas que, según la creencia popular, regresan ese día para convivir con sus familiares y disfrutar de los placeres terrenales una vez más cada año.
El Testamento Nefasto es parte del rito. Se puntualiza en papel de estraza todo aquello que está contaminando el alma, sentimientos oscuros, miedos, actitudes. Esos demonios que nos tienen atados para poder ser plenos en vida. se escribe y se dobla perfectamente para ser quemada la hoja y el fuego se lleve todo... esto viene enmarcado con elementos propios del rito: el humo del copal, las flores, ofrendas, pintura ritual, plumas de águila, velas.
Salvador Moreno, vocalista de La Castañeda, ha sido uno de los personajes que más ha influido en la permanencia de este ritual en la Ciudad de México convocando año con año a la Procesión Negra. Junto con Producciones Garra se organiza la procesión que sale de algún punto del centro de la ciudad y termina en algún concierto de La Castañeda. Salvador a lado se alguna otra persona cargan en hombros un cazo enorme donde se quema el incienso, copal y flores y la gente que lo acompaña va depositando sus Testamentos Nefastos para ser quemados. Así mismo, el fuego permanece encendido mientras el concierto está en curso. Además la procesión es acompañada por personajes de la escena oscura, artístas visuales, se hacen performance y se unen las personas que creen en la muerte como el misterio más grande de la vida, pero también los que encontramos en este rito un verdadero acto de amor para uno mismo y para quien nos rodea al despojarnos de los malos pensamientos, de las cosas que no nos dejan ser mejores personas e invariablemente nos lastiman el alma.
Encarar a los demonios que viven atrapados en la mente y el alma es muy complicado. Nadie mejor para juzgar que nosotros mismos, para eso se escribe el Testamento Nefasto, para hacer conciencia. El vivir pleno nos da como recompensa el bien morir.
"Misteriosa voz, misterioso ser, aún paso más cerca cada vez"
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